A
continuación, reproduciré el fragmento inicial del mensaje de Nochebuena de
Felipe VI.
“Buenas
noches.
Quiero,
en primero lugar, daros las gracias por abrirme vuestras casas en esta
Nochebuena. Un momento que es, sobre todo, de cercanía y reencuentro, un
momento para aproximarnos, para mirarnos con la voluntad y el deseo de
entendernos, para transmitir a las personas que nos rodean nuestros mejores
sentimientos de afecto, de paz y de alegría.”
¿En
qué momento habéis dejado de leer? No, en serio, ¿En qué palabra exactamente
habéis dejado de ver palabras y habéis sustituido todo por un simple bla, bla,
bla?