sábado, 8 de octubre de 2016

El tiempo no se para, pero separa

"En la memoria nadie muere,
Pero no sabes cómo duele."
-Dellafuente


Agosto 2016. Foto por Loli Soto.



Descarte de "Somos lo que olvidamos". Es un texto que escribí para el libro pero que no me terminó de encajar. Será mi segundo libro y mi primera novela juvenil. La presentación será el 29 de Octubre en la Sala Compañía (Jerez de la Frontera) a las 19,00. 


El tiempo no se para, pero separa.

Me duele el pecho.

No, no tengo ninguna enfermedad ni me he dado ningún golpe. No ha hecho falta. ¿Tú nunca has sentido esa presión en el pecho, esa que te impide respirar? Yo sí, y sé que tú también. Sé que tú también sientes este vacío, este hueco que crees que nadie va a poder llenar. Ni siquiera yo. Ya no.

No pasó nada, pero pasó el tiempo. Pasaron los momentos, las ganas, los besos, las preocupaciones, el interés, el cariño. Pasaron tantas cosas que no tenían que pasar. Sin embargo, se quedaron las peleas, la rabia, los celos, la impotencia, el rencor. Se quedó la duda, incrustada en los silencios, preguntándose a sí misma en nuestras cabezas si quizás no sería mejor rendirse. Dejarlo, abandonarlo.

Es curioso cómo a veces no se necesita estar seguro. A veces una duda es capaz de decidir por sí misma. Y eso fue lo que nos pasó a nosotros.

Al final todo se rompió y me quedé solo, con los trozos en las manos, queriendo tirarlos a la basura. Cansado de luchar por todo. Quise buscar en otras lo que ya tenía en ti, pero sin todos los errores que había cometido y que estaban en la memoria de ambos, transformándose en un peso demasiado grande como para poder seguir ignorando que no podíamos levantarlo.

Lo que no tenía ni idea era que quizás hubiese sido más fácil intentar levantarlo entre los dos que quedármelo para mí solo. ¿Y sabes por qué siento esta presión en el pecho? Porque veo cómo, día a día, los recuerdos se van borrando, pero no los sentimientos. Me cuesta recordar tu cara nítidamente, pero lo que sentía cuando estaba a tu lado me asalta constantemente, como queriendo demostrarme que nunca volveré a sentir nada igual.

Y eso me da miedo, el hecho de acabar compartiéndome conmigo mismo, sin encontrar alguien con quien construir recuerdos nuevos a los que aferrarme. Supongo que tarde o temprano acabaré olvidándolo todo.


A fin de cuentas, ¿quién quiere seguir reviviendo algo que ya no existe?

Por Alejandro Berraquero en www.hastaquesecolapselainspiracion.blogspot.com a 8 de octubre de 2016.

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